Ahuyenta México IED y a empresas

Efecto Multiplicador

La incertidumbre que se recrudece en México por la cascada de reformas que promueve la Cuarta Transformación, está ahuyentando al “nearshoring” y a la tan ansiada reactivación de la economía nacional.

Además, empresas establecidas están reduciendo sus operaciones y algunas han tomado la decisión de dejar el País. Las inversiones financieras voltean a otros mercados.

Respecto a los capitales productivos (la Inversión Extranjera Directa -IED-) que busca acercarse al mercado más grande del mundo, como lo es Estados Unidos, se asegura que la están pensando mucho para aterrizar en México por las bravucovanadas del partido en el poder.

Ante esta cruda realidad mexicana, el Estado de Texas, cuyo PIB es por lo menos 70% superior al de México (2.4 contra 1.4 trillones de dólares), está redoblando las tareas de promocionar su economía para aprovechar la desaparición del Poder Judicial en nuestro País.

Es claro que los texanos no se duermen en sus laureles y buscan comerle todo el mandado a México, presentándose ante el mundo como el lugar ideal para las grandes compañías que quieren relocalizar sus cadenas productivas.

El objetivo puntual es agenciarse las inversiones que tenían como primer objetivo llegar a México, pero que ahora están replanteándose sus planes por los temores sobre el futuro del Poder Judicial y por la desaparición de órganos autónomos.

El punto es que todo lo que fervientemente promueve el presidente López Obrador en la recta final de su mandato, es un duro golpe a los estándares internacionales de seguridad jurídica. La debacle de México a la vuelta de la esquina.

EUROPA TAMBIÉN SE APUNTA

En la “guerra por la atracción de inversiones” el continente europeo se está sumando.

Entonces México ya no está solo como punto de atracción para el “nearshoring” proveniente de China. Los reportes indican que Europa del Este aparece en la competencia de forma contundente.

De acuerdo con la prestigiada revista inglesa The Economist, los países de Europa Central y del Este están beneficiándose del “nearshoring” para atender el mercado de la Unión Europea. El paquete de 27 países que conforman la UE tiene un PIB cercano a los 20 trillones de dólares para ser la segunda economía más grande del mundo, superando a China por casi tres trillones.

Así que una clara señal de que el “nearshoring” tiene gran interés en algunos países del “viejo mundo” se ve en Polonia donde la IED se ha duplicado de 10 mil millones de dólares por año a mediados de la década del 2010 a cerca de 20 mil millones en la actualidad.

The Economist sostiene que hay tres razones para esperar más inversión en los países de Europa del Este: La primera es la transición global hacia la neutralidad climática, pues por los vehículos eléctricos y baterías hasta bombas de calor y molinos de viento se requiere de nueva capacidad de producción, pero modernizar plantas antiguas en Alemania o Francia cuesta casi tanto como hacer una nueva en Polonia o Hungría.

La segunda razón es la sobrecapacidad china.

A medida que el crecimiento se desacelera, China está apostando por su sector manufacturero, especialmente en nuevas áreas como los vehículos eléctricos, y la UE es el único mercado que sigue siendo abierto a las importaciones chinas.

La tercera es que la tensión entre Estados Unidos y China puede interrumpir las cadenas de suministro, por eso las empresas están acercando la producción a los mercados meta.

Por lo pronto, Hungría fue elegida por la gigante automotriz BYD para construir su primera planta europea.

REVIVE LA FUGA DE CAPITALES

En este sexenio se ha hecho presente en el País la nefasta fuga de capitales.

A la fecha han salido por lo menos 335 mil millones de pesos de capitales extranjeros que estaban invertidos en instrumentos gubernamentales (sin contar a los capitales nacionales).

Tal acción no se había presentado desde la administración de Ernesto Zedillo.

En ese sexenio se reportó una fuga de 68 mil 970 millones de pesos; 266 mil 704 millones menos que el actual; que está a una semana de concluir.

Con Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, las inversiones extranjeras en bonos del Gobierno mexicano se mantuvieron en números negros.

Al cierre del sexenio foxista la caja registradora de la Federación reportó una inversión de 120 mil 434 millones de pesos, con Calderón el monto fue histórico de 1.3 billones y con Peña Nieto de 665 mil 951 millones de pesos. La fuga de capitales está latente, ya que aún no cae el último out de la administración lopezobradorista.

Javier Villegas Orpinela es presidente del Colegio de Economistas de Sonora, director de Correo y Telegrama y profesor en el Departamento de Economía Unison.

Twitter: @JvillegasJavier

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