De la vida y de todo lo contrario
Nuestro Estado ocupa el sexto lugar nacional en tasa de defunciones cardiacas, la cual aquí es de 160 por cada 100 mil habitantes mientras la tasa promedio nacional es de 146.
¿De qué mueren los sonorenses? De los casi 3 millones de personas que poblaban Sonora el año pasado, 20 mil de ellas murieron, siendo la primera causa las enfermedades del corazón, mismas que ocasionaron 5 mil decesos, justo la cuarta parte del total de muertes en el Estado. El 60% de estas muertes cardiacas ocurrieron en varones y el 70% fallecieron a la edad de 65 o más años.
La mayoría de las muertes cardiacas en Sonora se deben a complicaciones del riego sanguíneo del músculo cardiaco -lo se conoce como isquemia mayormente por obstrucción de una o más arterias coronarias que son las que conducen el flujo de sangre para oxigenar y “alimentar” al propio corazón; entre otros motivos, esto se atribuye a colesterol alto, y después de este motivo le sigue el ocasionado por complicaciones de la presión sanguínea alta. Nuestro Estado ocupa el sexto lugar nacional en tasa de defunciones cardiacas, la cual aquí es de 160 por cada 100 mil habitantes mientras la tasa promedio nacional es de 146.
¿Qué hacer? Ya se ha dicho mucho: Mantener peso normal, hacer ejercicio, no fumar, conocer y en caso dado controlar nuestros niveles de colesterol malo y bueno en sangre, así como nuestra presión sanguínea. ¿Se cura la diabetes? Se dice siempre que se controla pero que no se cura, sin embargo resulta que hay una novedad prometedora: Una mujer de 25 años de edad con diabetes tipo 1 recibió la inyección de un total de un millón y medio de islotes de células madre suyas en junio del año pasado y entre los siguientes meses de agosto y septiembre comenzó a producir su propia insulina.
Se espera que si continúa produciendo su propia insulina por cinco años más habrá de considerarse definitivamente curada. ¿Qué hacer? Aunque hay algo de charlatanería con los tratamientos a base de “células madre”, hay también tratamientos serios, científicamente validados y que por fortuna se han venido popularizando para bien de cada vez más personas con diferentes padecimientos, pero por lo pronto hay que esperar y seguir las recomendaciones médicas demostradamente útiles para la diabetes.
¿Qué hay sobre la carne alternativa? Se trata de esa carne para alimento que no viene directamente de un animal de rastro sino que es carne producida biotecnológicamente en un laboratorio y que pretende ser de producción masiva. De hecho Singapur fue el primer País en comercializar carne cultivada tecnológicamente, y lo hizo en diciembre de 2020, dos años antes de los Estados Unidos.
La posibilidad de viabilidad comercial de los alimentos proteínicos a gran escala -como la carne- avanza poco a poco y un poco más rápido en Asia. ¿Ventajas y desventajas? Por ahora el precio al consumidor es elevado pero se estima que llegará el momento en que por costos, sanidad y limpieza ecológica la carne artificialmente cultivada podrá ser más accesible al consumidor.
Otra condición es que empate el sabor de la carne de proceso natural y conserve, o incluso mejore, las condiciones nutricionales de la que ahora se compra y se come. ¿Y qué hay de “todo lo contrario”? Pues mientras unos trabajan por la vida -y mejor vida- otros se abocan a vender la muerte: Es el caso de la cápsula Sarco. Se trata de un artefacto con forma de cápsula o ataúd -según quiera llamársele- que ya fue utilizado recientemente y al menos una vez -en Suiza, de manera ilegal- para facilitar el suicidio de una mujer de 64 años de edad.
El dispositivo se cierra herméticamente pero la persona puede ser observada desde fuera pues la tapa es transparente. Y en lugar de respirar oxígeno respira nitrógeno y muere en pocos minutos. Es una versión banalizada y caricaturizada del proceso de la muerte, pero si esta moda “necro” se impone, será, tras el efecto publicitario, un producto más para compras en línea.
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