Los contrapesos

BATARETE

Pues ya el Donald es presidente de los EUA. Hay motivos para preocuparse, sin duda, pues querrá cumplir sus amenazas desquiciadas, y algo logrará; más me asusta que en los siguientes 1,461 días, vamos a contemplar su anaranjada faz en pantallas y periódicos, en noticieros y también en Internet. Es una perspectiva espeluznante: Mirar continuamente su efigie repelente y antipática, y sus mohines repulsivos, atentará contra la sanidad mental colectiva, y puede ocasionar malestares y mal humor, para los cuales habrá que conseguir antídotos de gracia y ligereza, que su objetivo es aterrorizar para desgobernar; y el nuestro conservar cordura y calma, y lograr desdeñar su infecta presencia.

Puede ser útil intentar matizar sus bravatas, y caer en la cuenta que su estrategia es generar temor para debilitar, no al enemigo, sino a sus conciudadanos y a quien se deje, y conseguir sus metas más parciales que sociales, en beneficio suyo y cómplices tan impresentables como el fascista Elon Musk. Veamos rápidamente algunas de sus propuestas y sus no tan posibles logros, de acuerdo a un escrito de A. Bermúdez, de la BBC.

Trump ganó por una débil mayoría frente a Kamala Harris, menos del 2% de los votos, en unos comicios no demasiado concurridos; y también consiguió apretadas mayorías en ambas legislaturas, pero menor a la que tuvo en su primer periodo, en el cual sólo consiguió, en sus cuatro años de gobierno, pasar una ley importante para recortar impuestos. A pesar de esa superioridad, la aprobación de sus iniciativas no será automática.

Si bien la Suprema Corte de Justicia tiene una mayoría de jueces conservadores, no es seguro que se incline siempre por apoyarlo: Ya antes no le hicieron caso cuando cuestionó la elección que perdió contra Biden: Simplemente desecharon su exigencia. Le tendrán simpatías, pero también atienden al sentido de la ley...

Trump tendrá que enfrentarse a los gobiernos y población de por lo menos 23 estados gobernados por demócratas, y que cuentan con leyes, regulaciones y autonomía que les permite enfrentar buena parte de sus ocurrencias: Allá existe una amplia soberanía de los estados con respecto a lo que “manda” el Presidente. Tienen capacidad para resistir o desafiarlo legal y políticamente: Pueden negarse a colaborar en una tarea tan difícil y compleja como la deportación masiva de inmigrantes. Al parecer ya California lo anunció...

En su primer periodo él y sus compinches no lograron establecer su agenda conservadora por su ignorancia sobre el funcionamiento de la burocracia y el servicio civil de carrera: Numerosos funcionarios se opusieron a muchas de sus iniciativas, órdenes incluso, porque las consideraban ilegales o simplemente inapropiadas. Trump firmó una orden ejecutiva para despedir a miles de servidores públicos y reemplazarlos con partidarios leales a su miope visión. Biden la derogó de inmediato.

Ahora, de nueva cuenta, sus seguidores intentan sustituir a funcionarios de carrera con personal afín a su ideología. Eso implica batallas legales, sindicales y políticas que dificultarán este tipo de propuestas, e impedirán una transformación radical de la estructura del servicio público a su modo.

Poner aranceles a lo que compran en el exterior solo encarecerá el consumo de las mayorías gringas; expulsar a 12 millones de trabajadores en la agricultura, restaurantes y la construcción, puede paralizar estos sectores pues difícilmente encontrarán sustitutos entre sus ciudadanos que abandonaron hace tiempo estas labores, pesadas y poco remunerativas. Eso incrementará los precios de productos básicos y agudizará la inflación.

Durante el primer periodo de Trump el Washington Post llevó un registro diario de sus mentiras que pasaron de 30,000 mil en cuatro años, más de 20 embustes comprobados al día. Es previsible que algunos medios, y organizaciones sociales se opongan política y legalmente a las acciones que anunció durante su investidura, con demandas y denuncias prácticamente cotidianas. No le será fácil materializar todos los daños que anunció.

Pretende gobernar mediante el terror; no vale la pena asustarse...