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La dictadura de Nicaragua vista por un Gobierno de izquierda

La actual presidenta, Claudia Sheinbaum, ha hecho declaraciones, que dan a entender, que su Gobierno se identifica con las posiciones seudo socialistas de las dictaduras hoy existen en América Latina, y lo mismo han hecho dirigentes de Morena y el PT, no del PVEM.

Rubén Aguilar

En América Latina hay claramente dos gobiernos de izquierda democrática, que son el de Chile, que encabeza Gabriel Boric, que surge a la política, del movimiento estudiantil, y el de Brasil, que presiden Ignacio Lula da Silva, que del sindicalismo pasa a la política.

Las tres dictaduras que existen en la región, Cuba, Venezuela y Nicaragua, se dicen de izquierda. El Gobierno de Colombia, que preside un antiguo guerrillero, no queda claro cómo se define.

Y lo mismo sucede con el actual Gobierno de México, que no es de izquierda socialista, sino se inscribe en la ideología del nacionalismo revolucionario, la izquierda del PRI, una de las corrientes de este partido, que emigró, prácticamente en bloque, a Morena.

La actual presidenta, Claudia Sheinbaum, ha hecho declaraciones, que dan a entender, que su Gobierno se identifica con las posiciones seudo socialistas de las dictaduras hoy existen en América Latina, y lo mismo han hecho dirigentes de Morena y el PT, no del PVEM.

Días atrás, el presidente chileno, de manera franca y abierta, dijo que Daniel Ortega y Rosario Murillo se siguen consolidando como una dictadura y actúan “tan lejos de la promesa y esperanza sandinista. Hoy son más Somoza que otra cosa” y lo hacen “silenciando expatriando y reprimiendo cualquier oposición”, escribió Boric en su cuenta de X.

La primera vez que el Presidente chileno calificó a Ortega y Murillo de dictadores fue en 2023, cuando el primero crítico a la policía de Chile, los Carabineros.

En esa ocasión dijo “Me gustaría hacer un breve comentario. El dictador Ortega insultó a la institución de Carabineros de Chile. Quiero que sepan los Carabineros que instruí inmediatamente a nuestro ministro de Relaciones Exteriores, Alberto Van Klaveren, que presentara una nota de protesta diplomática como corresponde en estas instancias. La reputación de nuestras instituciones se defiende nacional e internacionalmente”.

En diciembre de 1979, seis meses después del triunfo del Frente Sandinista para la Liberación Nacional

(FSLN), estuve quince días recorriendo el País, y luego viví casi dos años entre 1981 y 1982, a cargo de tareas del FMLN de El Salvador, eran otros tiempos.

Se construía, entonces un proyecto alternativo que despertaba esperanzas de la posibilidad de un real cambio en un país que había vivido décadas bajo la dictadura de la familia Somoza. En ese entonces me reunía con amigos ministros del Gobierno sandinista, que habían vivido en México, y con funcionarios del partido y del Gobierno. Lo seguí haciendo por muchos años como asesor de organismos internacionales y agencias de la cooperación.

En 1990, el FSLN pierde las elecciones, y en ese entonces respeta el voto popular y entrega el poder. En 2007, Ortega gana la Presidencia de la República e inicia el camino de construir la dictadura, desde entonces continúa en el poder.

Como lo dice Boric, el presidente de Chile, la dictadura que encabezan Ortega y Murillo ha reestablecido, de manera todavía más radical, la dictadura de los Somoza. Es una tragedia cómo la pareja imperial, como les decía el poeta y sacerdote, Ernesto Cardenal, han traicionado la Revolución, para hacerse todavía peor que los Somoza.

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