Efectos colaterales del deporte

CRITERIO

A lo largo de muchos años algunos sucesos deportivos han tenido efectos extradeportivos no planeados pero que han sido muy bien aprovechados significando al mundo entero que hay afrentas que se pagan caro. En estos días el mundo ha conocido las consecuencias de un beso forzado tras una victoria deportiva y también los efectos colaterales de un apretado score final de un torneo de hockey. En relación al beso se trata del gesto con el que el Luis Rubiales supuso celebrar el triunfo de su equipo de futbol en la Copa Mundial Femenina en agosto de 2023 el besar en los labios a la centrocampista Jennifer Hermoso sujetándole su cabeza entre sus manos; a esto se sumaba la condición de Rubiales como presidente de la Real Federación Española de Futbol y presidente de la Unión de Asociaciones de Futbol Europeo, detalle que valió a Jennifer para explicar que aunque ese beso no fue consentido por ella sino forzado por él, dada la relevancia ejecutiva de Rubiales ella se sintió incapaz de rechazarlo en ese momento, no obstante más adelante lo denunció por abuso sexual. El caso procedió a juicio y el juez reconoció la razón a Jennifer e impuso a Rubiales una multa de 10,800 euros -poco más de 200 mil pesos- así como el pago de compensación a Jennifer por tres mil euros por el daño moral que se le hizo -poco más de 60 mil pesos- ya que todo ocurrió a la vista de miles de espectadores en el estadio y muchos miles más por televisión. Así fue que el referido beso le costó a Luis Rubiales el equivalente a algo más de un cuarto de millón de pesos mexicanos, con lo que usted podría adquirir dos automóviles sedán eléctricos mexicanos de marca Olinia, cuando estén disponibles, claro. Pero el efecto colateral de este abuso que deseo aquí subrayar no es el tal dinero sino que el suceso fue aprovechado por las mujeres españolas, y europeas en general, para retomar y reforzar el movimiento #MeToo, enérgica postura colectiva femenina contra cualquier modalidad de abuso sexual; en este sentido, la inversión de dinero para defender a la mujer española fue en realidad muy barata si se toma en cuenta el potencial beneficio que todo esto trae consigo. Y lo del campeonato de hockey, en el que el equipo de Canadá se hizo de la victoria frente al equipo de los Estados Unidos derrotándolo finalmente 3 a 2, no hubiera trascendido tanto a no ser porque Justin Trudeau, Primer Ministro de Canadá desde 2015, apenas minutos después de terminar el partido y sabiéndose ganador de una victoria que dolería a la afición estadounidense, la utilizó para revirar a Donald Trump tras que la secretaria de prensa de éste, Karoline Leavitt, dijo que el presidente deseaba ver el juego y añadió la frase humillante “deseando que Estados Unidos le gane a nuestro próximo estado 51, Canadá”, y así fue que cuando sabida la derrota al equipo estadounidense, Trudeau escribió en la red X, a manera de mordaz respuesta “no pueden tomar nuestro País ni tomar nuestro juego” neutralizando verbalmente las amenazas de Trump de apropiarse de Canadá toda vez que ni siquiera pudieron ganarles en un juego de hockey. El entrenador del equipo canadiense, Jon Cooper, también aprovechó para incluir a todo el País en la victoria: “No solo nuestro equipo, sino todo Canadá necesitaba una victoria”. El inmediato revire de Trudeau después del juego lucró el mejor efecto colateral del momento para él y para Canadá: Aglutinó el espíritu de más de 40 millones de canadienses a favor de la unidad nacional contra el rechazo unánime a las burlas de Trump convirtiendo así la victoria deportiva de Canadá en un poderoso estímulo de optimismo y orgullo para la tierra del maple, de los osos polares, lagos cristalinos, fiordos y densos bosques. En general, no es necesario hablar, hablar y hablar…bastan pocas y oportunas palabras para echar abajo bufonadas y demagogias.