¿Cuál es tu imposible?

Ya están los entrenamientos de primavera de Grandes Ligas de beisbol en Estados Unidos, y déjame platicarte una historia de hace casi 100 años, de 1932, de un juego en Chattanooga, Tennessee. Se enfrentaban los Yanquis de Nueva York contra el equipo local los Lookouts. Los Yanquis iban con su roster completo encabezado por Babe Ruth, el “Bambino”, y Lou Gehrig, el “Caballo de Hierro”. Los tres mil asientos del estadio totalmente ocupados para ver ambos equipos. ¿Qué pasó ahí? Sigue leyendo…

UN ARMA SECRETA

Joe Engel, el dueño del equipo local, tenía un arma secreta, un jugador de 17 años de nombre Jack Mitchell, que ni siquiera estaba en el equipo pero era muy buen lanzador. El manager del equipo iba iniciar con su pitcher estelar, Clyde Barefoot, pero tendría listo a Mitchell para el relevo en cualquier momento. Dicho escenario se presentó temprano en el primer inning cuando se embasan los dos primeros jugadores de los Yanquis. Entonces entra al relevo Mitchell para enfrentar nada menos que al “Bambino”, y vendría Lou Gehrig y Tony Azari, la batería pesada de los Yanquis. El primer lanzamiento es alto y ceñido al cuerpo, bola. El segundo es una curva y Ruth abanica, la cuenta se empareja. El tercer lanzamiento es otra recta y Babe la foulea, 1 bola, dos strikes. El público feliz se pone de pie animando al pitcher local. Siguiente lanzamiento Ruth espera otra curva, y Jack lanza una recta candente que no logra contactar el “Bambino” y se poncha: El estadio se vino abajo. Siguiente bateador es Lou Gehrig, quien también termina ponchado. Jack acaba de dominar a dos leyendas del beisbol. Lo interesante viene a continuación: Jack no es Jack, es Jackie, una niña que era pitcher y tenía una gran habilidad para hacerlo. ¿Por qué esta anécdota no es famosa? Porque en ese tiempo el beisbol era considerado un juego de hombres, y las mujeres no se les permitía practicarlo, así de sencillo. El comisionado de Grandes ligas en turno cuando se entera regula que por ningún motivo habrá mujeres en el beisbol profesional.

CONCLUSIÓN

La moraleja de esta historia, acorde con Darren Hardy, el coach de negocios que la comparte, es que cuando alguien rompe el status quo como fue el caso de Jackie algunas personas se pueden incomodar o no estar de acuerdo. Aquí afirma Hardy podemos sacar tres lecciones para nuestro uso personal; primero, define cuál es tu sueño imposible, qué es lo que tú mismo u otros te dicen no puedes lograr; segundo, súbete a la loma de pitcheo, y define a qué Babe Ruth te vas a enfrentar; y en tercer lugar empieza a lanzar, rompe la inercia, manda ese correo, habla con dicha persona, escribe la propuesta que te interesa importante transmitir. Recordemos, el mundo no cambia porque hacemos lo posible, sino cuando se lleva a cabo lo que se considera imposible. Termino preguntándote, estimado lector: ¿Cuál es tu imposible? ¡Feliz domingo!

Octavio F. Ballesteros Navarro. Socio del Despacho Asesores Ballesteros. Focalizados planes de ahorro y protección fiscalmente deducibles.