El colonia de Ferreira

Hoy tocare el tema de los patrocinios del deporte amateur, ese también llamado de “aficionado” en este caso del futbol en Hermosillo, es indudable que los tiempos han cambiado, a muchos de nuestra generación las nuevas tecnologías nos han ganado y ya ven ahora eso de la llamada inteligencia artificial.

Bajándonos al “mundo terrenal”, al futbol de estufa, de los barrios, que ya tampoco son de los barrios, esos equipos de las ligas de Primera Fuerza donde se invierte en patrocinio. Déjenme decirle que tuvimos la fortuna de pertenecer al mejor equipo de futbol amateur y una gran generación que le dio lustre a Sonora, el Colonia de Enrique Ferreira, que reinó a finales de los setenta y casi a finales de los ochenta, un conjunto que en verdad hizo historia no sólo a nivel municipal, sino a nivel nacional, incluso internacional jugando como preliminar de la Selección Mexicana.

¿Pero cuánto le costó a Enrique Ferreira el poder tener un equipo protagonista desde 1975 a 1987, en ese año aproximadamente es cuando da el salto como director técnico de aquel proyecto de Tercera División, Seris-Soles?

El Colonia nace en un fraccionamiento nuevo ubicado en prolongación Centenario (calles Dr. Paliza y Sahuaripa), como suele suceder en estas historias, un grupo de jóvenes que se reunían a echar cáscaras allá por el 1974, encabezados por el Ferreira que era portero en sus inicios, el Caco Cruz, Toño Valencia, los hermanos Batriz, Roberto Solano, Nano Coronado, el profe “Pelochas” Garcí, y decidieron organizarse y registrarse en el Colonia.

Lo patrocinaban los jugos y licuados de la familia Ferreira Ramírez que llegaron de Morelia, donde su hijo mayor Enrique era “el bueno”, él pagaba todo, cuando menciono todo era hasta los baile en el SNTE, taquetes, convivios, comidas, los mejores uniformes de moda, alivianes ($) constantes, pago de fianza, arbitrajes, algún apuro para alguna de nuestra jefas, el tiempo pasó, la diversión llegó a prolongarse altas horas de la madrugada y recuerdo que el Ferreira cerró un antro de moda para algunos jugadores; sacando cuentas pienso que se debe haber gastado un millón de pesos de aquellos tiempos, cuando un millón era un millón.

Hoy en día, en la Liga Premier tener un equipo entre los primeros tres lugares tiene un costo promedio de 90 mil pesos por torneo, súmele dos al año, entre fianza que son 5 mil a la liga, pago de jugadores que ronda entre mil y 2 mil 500 el que mayor gana, arbitrajes, jugadores suspendidos que se paga a la liga para no ser castigado, de ahí que equipos como Frutería Lara, JC Progresista, Energía Sonora, en su momento Azteca, abren sus carteras, Fumisol de Abelardo “Cowboy” Gutiérrez, es otros de los protagonistas, que por cierto esta temporada prefirió descansar.

Habrá otras categorías que no invierten tanto, no tengo idea cuanto invierte el Ing. Beto Leyva con su equipos de veteranos de Dental Cázarez y ahora si nos vamos al beisbol no se hacen malos quesos, desde las ligas locales, hasta la Liga del Río y por los rumbos de Agua Prieta donde juegan ex profesionales, eso es otro tema.

Hay periodistas que “satanizan” y crucifican a aquellos jugadores que cobran por jugar, los llaman mercenarios, con lo que un servidor no está de acuerdo, si el jugador se cuida, entrena, marca diferencia dentro del terreno de juego y por ello recibe una remuneración, no le veo ningún problema, más si con eso se ayuda para sus estudios siempre he estado a favor de ellos, será porque un servidor allá en Guadalajara hizo lo mismo, que sin eso hubiera sido imposible poder estudiar lejos de tu. Por aquí le vamos a dejar, diría el “Windy” Santeliz, a veces es mejor así, nos escuchamos hoy de 7:00 a 9:00 por Radio La Kaliente 90.7, con el “Gordo” Partida.