Por qué el turismo espacial impulsado por Jeff Bezos y Richard Branson es señalado de ser altamente contaminante
Virgin Galactic anticipa que ofrecerá 400 vuelos espaciales cada año a los pocos privilegiados que puedan pagarlos.
CALIFORNIA.-Jeff Bezos, la persona más rica del mundo, se elevó el martes unos 107 kilómetros por encima del desierto de Texas a bordo de la nave New Shepard de su empresa Blue Origin y volvió a salvo a Tierra, en un histórico vuelo suborbital que ayuda a inaugurar una nueva era de turismo espacial comercial privado.
Previamente, el otro multimillonario británico sir Richard Branson cumplió la ambición de toda una vida al volar al espacio.
Su avión cohete Unity despegó desde Nuevo México, en Estados Unidos, para pasar un momento de ingravidez fuera de la Tierra. Poco después de una hora, regresó de manera segura a la superficie del planeta.
Esdos dos viajes abren las puertas a turismo espacial, considerado por expertos como lo más contaminante.
¿Cuáles son las posibles consecuencias medioambientales de una industria del turismo espacial?
Bezos se jacta de que sus cohetes Blue Origin son más ecológicos que el VSS Unity de Branson.
El Blue Engine 3 (BE-3) que lanzó a Bezos, su hermano y dos invitados al espacio utilizó hidrógeno líquido y propulsores de oxígeno líquido.
VSS Unity utilizó un propulsor híbrido compuesto por un combustible sólido a base de carbono, polibutadieno terminado en hidroxilo (HTPB) y un oxidante líquido, óxido nitroso (gas de la risa).
La serie SpaceX Falcon de cohetes reutilizables que impulsará al Crew Dragon, de Elon Musk, a la órbita usará queroseno líquido y oxígeno líquido.
La quema de estos propulsores proporciona la energía necesaria para lanzar cohetes al espacio y, al mismo tiempo, genera gases de efecto invernadero y contaminantes del aire.
Se producen grandes cantidades de vapor de agua al quemar el propulsor BE-3, mientras que la combustión de los combustibles VSS Unity y Falcon produce CO₂, hollín y algo de vapor de agua.
El oxidante a base de nitrógeno utilizado por VSS Unity también genera óxidos de nitrógeno, compuestos que contribuyen a la contaminación del aire más cerca de la Tierra.
Estos gases y partículas tienen muchos efectos negativos en la atmósfera.
En la estratosfera, los óxidos de nitrógeno y las sustancias químicas que se forman a partir de la descomposición del vapor de agua convierten el ozono en oxígeno, agotando la capa de ozono que protege la vida en la Tierra contra la radiación ultravioleta dañina.
El vapor de agua también produce nubes estratosféricas que proporcionan una superficie para que esta reacción ocurra a un ritmo más rápido de lo que ocurriría de otra manera.
Las emisiones de escape de CO₂ y el hollín atrapan el calor en la atmósfera, lo que contribuye al calentamiento global, reveló un reportaje de Reuters.
Si bien, hasta ahora se han hecho pocos viajes de turismo espacial, si esto llegara a ser más frecuente, la cantidad de contaminación sería abrumadora.
Virgin Galactic anticipa que ofrecerá 400 vuelos espaciales cada año a los pocos privilegiados que puedan pagarlos.
Blue Origin y SpaceX aún no han anunciado sus planes.
Pero a nivel mundial, los lanzamientos de cohetes no tendrían que aumentar mucho de los 100 actuales que se realizan cada año para inducir efectos dañinos que son competitivos con otras fuentes, como los clorofluorocarbonos (CFC) que agotan la capa de ozono y el CO₂ de las aeronaves.
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