No seamos testarudos, ¡desalemos!
“Condenar el progreso en todo es olvidarse de los vergeles que ha hecho posible la desalinización del agua de mar, idealizarlo es olvidarse de Hiroshima.” S. CHASE
Cada vez escuchamos más noticias sobre la inminente reducción en el envío de agua de los Estados Unidos a nuestro territorio y lo peor es que no estamos haciendo algo para enfrentarlo.
En agosto de 2016, el periódico Excélsior informó de la construcción, en México, de la mayor planta desaladora del hemisferio, con capacidad para generar 380 millones de litros de agua diarios para abastecer a Rosarito, Tijuana, y parcialmente al mercado de San Diego, garantizando el suministro para los siguientes 40 años. En ese entonces se informaba de una inversión de 9,000 millones de dólares
Según esta información, la planta entraría en operaciones en el 2024, aunque una primera fase de generación entraría en funciones para el 2020, sin embargo, el gobierno del tristemente célebre Jaime Bonilla decidió, de manera unilateral, detener la construcción de este importante proyecto. La última noticia al respecto es que México ya fue demandado ante un panel de controversia internacional por la cancelación de este contrato, en virtud de que buena parte de los inversionistas involucrados son empresarios de los Países Bajos que no piensan perder sus inversiones, por lo que además de todo tendremos que pagar una indemnización calculada en 3,000 millones de pesos, además de quedarnos sin opciones frente al riesgo de que los vecinos nos cierren la llave como ahora está ocurriendo
Según el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, dependiente de la SEMARNAT, existen en México 435 plantas distribuidas en todo el país. El estado con el mayor número de desaladoras es Quintana Roo, con 124 unidades; le sigue Baja California Sur, con 71. Este último cuenta con la planta municipal más grande del país, en los Cabos, que produce 200 L/s de agua potable (17 280 m3/d) y abastece a una parte de Cabo San Lucas. Es una concesión por 20 años a una empresa española, y el costo por m3 actualmente está alrededor de los diez pesos con cincuenta centavos.
A nivel mundial, los tres principales países en materia de desalación son Arabia Saudita, con el 17% de la producción mundial, Emiratos Árabes Unidos con un 13,4% y los Estados Unidos con 13%. Dubái, por ejemplo, abastece más del 98% de su suministro de agua potable a partir de la desalación.
Actualmente, Baja California recibe su agua del Río Colorado, que cruza siete estados norteamericanos, desde su nacimiento en Utah, sin embargo, ya no es suficiente para abastecer a Tijuana, Rosarito y Ensenada, además de que nos han anunciado que cada vez se reducirá más el envío de agua a la zona, pero no estamos haciendo algo.
El proceso de desalación suele ser caro pues se requiere gran consumo de energía eléctrica, sin embargo, esto se puede subsanar con la implementación de plantas de energía solar que abaraten la operación, así como trabajar en el confinamiento adecuado de la salmuera que se produce como desecho del proceso
Resulta increíble que teniendo el mar a la mano y habiendo iniciado la construcción de una gran planta en Rosarito, en lugar de continuar con las malas decisiones de Jaime Bonilla de cancelar esos megaproyectos, estemos pensando en tandeos mientras otras ciudades del país, aprovechan la tecnología para resolver su problemática.
*- El autor es asesor empresarial en cabildeo.
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